La gran bestia, Shukaku de una cola, gritaba y se movia de alegria al tener alguien con quien pelear lo que hacia que hubieran fuertes ventarrones y que la arena del desierto a las afueras de la aldea escondida entre la Arena se levantara con fuerza y causara fuertes tormentas. En el suelo, reposando en las manos de Arashi Uchiha y rodeada de un charco de sangre, yacia Madoka Hyuga, su amada, herida de muerte por la gran bestia.
-Arashi... ¿es esta... mi hora de... partir?-
Los ojos de ambos amantes estaban humedecidos por las lagrimas. El sharingan de Arashi tenia un fulgor que nunca antes habia tenido ya que estaba alimentado por el odio al ver que su amada estaba muriendo en sus manos; hacia pocos dias que habia confesado su amor a Madoka, ese mismo dia se hicieron novios y a pesar de eso siguieron en el mismo equipo, dias despues le asignaron esta mision y ahora aqui estaba, con ella al borde de la muerte, tomando su cada vez mas helada mano.
-No, Madoka, te llevare a la aldea, ahi te curaran... ¡no dejare que mueras!-
-...Arashi...-
Madoka saco una Kunai de su bolso y se la entrego a Arashi en sus manos.
-Creo... que podria funcionar... fuiste mi mejor amigo durante mucho tiempo...-
-¿De que hablas?-
-Mangekyou Sharingan... sera mi ultimo regalo para ti...-
Los ojos del Uchiha se llenaron cada vez mas de lagrimas, su llanto era inconsolable, veia el Kunai, no entendia porque ella hacia eso.
-¡No lo hare!, ¡estas loca!, saldras de esta...-
-Arashi... no... acaba con mi sufrimiento y acabaras con el tuyo... no quiero sentir mas este frio... y quiero que seas tu quien me ayude... siempre estare contigo-
-...Madoka...-
Arashi vio indeciso el kunai entonces Madoka tomo su mano y se enterro el kunai dando un leve gemido de dolor, Arashi se quedo perplejo, ella se suicido, pero practicamente el la habia matado.
-¡Madoka!-
-Arashi... esto es lo mejor... siempre estare contigo...-
-...Te amo...-
-...yo tambien te amo...-
Y dando un ultimo suspiro Madoka murio viendo por ultima vez el rostro de Arashi y como sus ojos sharingan se transformaban en el Mangekyou Sharingan.
Arashi solto a su amada muerta dejandola suavemente en el suelo, en sus ojos brillaba el mangekyou sharingan y sus lagrimas se habian convertido en sangre, comenzo a correr hacia la bestia Shukaku, la cual aprovecho el momento para dirigirse a la aldea.
-¡Kuchyose no Jutsu!-
Mientras corria Arashi invoco un aguila y comenzo a volar hacia la bestia de una cola mientras hacia unos sellos de manos.
-¡Katon!, ¡Goukakyu no Jutsu!-
El Uchiha lanzo una bola gigantesca de fuego a la cabeza de la bestia y esta cayo al suelo con el fuerte golpe, el odio alimentaba las tecnicas de Arashi y hacia que tubieran tal fuerza para tumbar a Shukaku.
-UOOOOO!!!-
Grito la bestia por el dolor.
-Ahora, maldita bestia, sufriras por lo que haz hecho... te presento aqui el legado del clan Uchiha desde el ancestro hijo de tu creador, Rikudou Senin... La Maldicion de Odio!!-
El Uchiha abrio sus ojos de golpe y estos comenzaron a sangrar.
-Amateratsu!!-
A la bestia comenzo a rodearla un fuego negro inextinguible que comenzo a quemarla y al mismo tiempo a debilitar a Arashi. La bestia finalmente cayo al suelo, no muerta pero si lo suficientemente debil, en cuanto al Uchiha, el ave en la que el estaba montado desaparecio y el cayo, pero fue salvado por su maestro, Naruto Uzumaki, quien, en sus brazos, se lo llevo de vuelta a la Aldea de la Hoja.
-Arashi, ¿estas bien?-
-Naruto-sensei... Madoka esta...-
-Si... lo se... pero su cuerpo desaparecio cuando vensiste a Shukaku-
Arashi se entristecio pero su sensei, aun cargandolo en brazos ya que el Uchiha aun no podia mover su cuerpo, le sonrio para subirle el animo.
-No te preocupes, aunque un ser querido este muerto siempre estara vivo en tu corazon-
-No lo creo, mi corazon esta lleno de odio...-
-je, me recuerdas a alguien...-
-¿A quien, Naruto-sensei?-
-A tu fallecido padre... Sasuke... el tambien estaba convencido que tenia la Maldicion del Odio... hasta que tu madre lo cambio... ¡pero olvida eso! al ver como haz actuado hoy no creo que estes maldito, todo lo contrario, haz sido bendecido por algo mucho mejor que el Odio, la voluntad, la Voluntad de Fuego-
Arashi sonrio a estas palabras y cayo dormido a en brazos de su sensei mientras regresaban a casa, la aldea escondida entre las hojas.
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