¿Tú gato te muerde y te araña? ¿Se ha abalanzado sobre ti alguna vez? ¿De repente te muerde cuando le estás acariciando? No te desesperes, existen diferentes maneras para hacer frente a la conducta agresiva de los gatos. Antes de realizar ningún tipo de entrenamiento con el gato consulta con tu veterinario. En ocasiones, los problemas médicos pueden causar dolor en el animal y esto hace que su comportamiento sea mucho más irascible, lo que le convierte en un animal mucho más agresivo.
Recuerda, que la agresión es un comportamiento normal como medio de comunicación. Los gatos utilizan la agresión para decirles a los otros gatos que no desean jugar y “explicar” que ese es su territorio. Por eso, mediante esa agresión, puede que el animal te esté comunicando algo.
Lo primero que debes hacer es protegerte. Intenta que las uñas de tu gato estén siempre bien recortadas, de manera que aunque se produzca un ataque, no te pueda lastimar. Lo siguiente que debes hacer es evitar hacer las cosas que a tu mascota no le gustan, por ejemplo; a algunos gatos no les gusta que les toquen las patas traseras, pues no lo hagas. Debes observar los factores que hacen que se produzca la agresión.
Si te fijas en tu mascota, notarás signos evidentes de que se va a producir una agresión. Dos síntomas claros son: dilatación de las pupilas y colocar las orejas hacia atrás. Lo más recomendable es que no le castigues, simplemente intenta evitar el encontronazo. No debes olvidar que, a menudo, el aburrimiento se vuelve una causa frecuente de estas agresiones.
Recuerda, que la agresión es un comportamiento normal como medio de comunicación. Los gatos utilizan la agresión para decirles a los otros gatos que no desean jugar y “explicar” que ese es su territorio. Por eso, mediante esa agresión, puede que el animal te esté comunicando algo.
Lo primero que debes hacer es protegerte. Intenta que las uñas de tu gato estén siempre bien recortadas, de manera que aunque se produzca un ataque, no te pueda lastimar. Lo siguiente que debes hacer es evitar hacer las cosas que a tu mascota no le gustan, por ejemplo; a algunos gatos no les gusta que les toquen las patas traseras, pues no lo hagas. Debes observar los factores que hacen que se produzca la agresión.
Si te fijas en tu mascota, notarás signos evidentes de que se va a producir una agresión. Dos síntomas claros son: dilatación de las pupilas y colocar las orejas hacia atrás. Lo más recomendable es que no le castigues, simplemente intenta evitar el encontronazo. No debes olvidar que, a menudo, el aburrimiento se vuelve una causa frecuente de estas agresiones.
Fuente: de Gatitos
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